La plaza de la Concepción y la calle Mayor de Ontinyent se llenaba el miércoles de personas que querían presenciar en directo la segunda edición de la Danza Macabra.
La segunda edición ofrecía un espectáculo ampliado que era posible gracias a la implicación de entidades como Ballet Ópera, el Nou Orfeó, la Sociedad Unión Artística Musical, Pantomima Teatro de Ontinyent o la asociación Nostra Terra, que es quien ha creado la auca.
La "Danza Macabra" incluyó una composición musical articulada en 3 partes, una que representaba la vida, otra que suponía un intercambio entre la vida y la muerte y una tercera sobre las lamentaciones por la llegada de la muerte. En la escenificación se ha recuperado a 8 personajes del siglo XVII vinculados en Ontinyent: Alejandro VI, Mariana de Austria, en Lluís Albuixech, Madre Catalina Tejera, Fray Vicente Nancosa, un labrador y un niño, acompañados por 8 bailarines que representaban a la muerte.
Con la dirección musical de Quique Orquín, en la representación participaron más de 80 personas, entre actrices del grupo Pantomima Teatre, miembros de la Cofradía "La Soledad", bailarines y bailarinas, músicos de la Societat Unió Artística Musical, y miembros de los grupos Nou Orfeó y Aria de Ontinyent.